Sí te haz preguntado el por qué el mezcal le ponen un gusano dentro de la botella, en Destilando México te mencionamos la razón y como esta bebida se convirtio en una de las favoritas en México y en el mundo.
Debemos de aclarar que no todos los mezcales llevan gusano. De hecho, la mayoría de ellos no lo tienen.
El mezcal así solito, puro, es como se debe tomar si eres un mexicano hasta las cachas, y debes de echarte tu shot entre pecho y espalda, sin respirar ni hacer gestos. Se permite solamente su limoncito y la sal.
¿Entonces por qué se le pone el simpático gusanito dentro de cada botella? En realidad el mezcal no lo necesita, pero se le agregó por motivos de marketing, para agradar a los turistas que están en busca de lo raro y exótico.
Desde mediados del siglo XX los mezcaleros pusieron un gusano dentro de cada botella debido a que los turistas compraban las botellas al verlos, ya que era la prueba de que estaban comprando auténtico mezcal mexicano.
Así, el gusano se convirtió en símbolo de mexicanidad y como un artículo ‘mexican curious’. Además, ese bicho es considerado de buena suerte en ciertas regiones del país, y se ve muy curioso flotando en el fondo del envase.
Video sobre el ¿Por qué el mezcal le ponen un gusano dentro de la botella?
En este vídeo verás una introducción al tema y cómo el gusano dejó de ser una plaga para pasar a ser cultivado:
El gusano del mezcal no tiene ningún valor nutricional y hay gente que se los come, aunque la mayoría les da asco y los desecha. Algunos le encuentran un sabor que es muy desagradable y otros se los pasan como si fueran pastillas.
Cabe decir que los mezcales se dividen en: Mezcal minero, de tobalá, de pechuga, madurados en barricas, y el mezcal de gusano.
¿Sabías que existen mitos alrededor del mezcal y su gusano?
Te diré algunos que son muy interesantes:
Muchos consumidores creen que este gusanito es un buen indicador de la calidad del mezcal. Esto no es cierto, ya que como dijimos antes, solo es una cosa curiosa para los turistas. La calidad se determina por el tipo de agave usado.
También por el cuidadoso proceso de producción y el envejecimiento que lleva.
Otro mito es que los mezcaleros dejan caer un gusano vivo en la bebida. Si el gusano vivía al llegar al fondo de la botella, el mezcal era seguro para tomar, pero si moría, no era apto para ser bebido.
Y otra falacia más es que comer el gusano da fuerza y virilidad. La verdad es que no tiene ningún efecto sobre la salud y solo es un bocado de proteínas con alcohol.
Por lo que poner el gusano en la botella data de 1940 y los responsables de hacerlo fueron Jacobo Lozano Páez y su esposa, pues para poder diferenciar el mezcal del tequila, le empezaron a introducir a sus botellas este curioso bicho.
Debes de saber que lo que se le agrega al mezcal no es un gusano, sino una larva de polilla, ya sea roja o blanca. Es del género Hypopta Agavis.
La larva roja está en las raíces del agave, y la blanca vive en sus pencas. Las rojas son las más usadas para que adornen la botella de mezcal.
Hay qué aclarar que hay algunas empresas mezcaleras clandestinas que le ponen el gusano a su producto como un gancho para atraer a los turistas y para disimular el sabor de los destilados que son de mala calidad.
Es por ello que debes de seleccionar bien tus mezcales y no te guíes por el gusanito por muy simpático que se vea en la botella o en tu shot. Busca calidad, buenas marcas y sobre todo un sabor genuino, agradable y sabroso…
Finalizamos con algo de coctelería y más del mito de comerse el gusanito del mezcal: