La historia de las jícaras de mezcal, es fascinante y esencial para comprender cómo esta bebida ancestral, el mezcal, se disfruta de la mejor manera. Estas pequeñas y artesanales piezas no son solo recipientes; representan siglos de tradición y cultura. Pero, ¿sabías que su uso proviene de tiempos prehispánicos, cuando los pueblos indígenas las usaban para almacenar agua y otras bebidas? En Destilando México te llevamos a través de la historia para conocer este indistingible artecto.
Como sabes, el tequila se toma en unos pequeños recipientes de vidrio llamados shots, caballitos o vasitos, pero el mezcal se bebe en jicaritas. Te voy a contar la historia de las jicaritas de mezcal y cómo se usan para que te eches tus buenos mezcales…
La jícara de Mezcal: el arte de paladear
El mezcal se paladea, o como se dice, ‘se chiquitea’, de manera que se saborea gota a gota y por ello las jicaritas son lo ideal para ello. Las más hermosas y vistosas se producen en Oaxaca y es todo un arte beber en ellas.
Las jicaritas tradicionalmente se elaboran a partir de los fondos de las calabazas, las cuales se abren, se les saca el contenido y se ponen a secar de manera que no se deformen y que tengan la forma y el tamaño ideal para una jicarita.
¿Cómo se originó el mezcal en México?
¿Sabías que el origen del mezcal en México se remonta a tiempos prehispánicos cuando los pueblos usaban las calabazas como recipientes para almacenar agua, alimentos y bebidas? Los campesinos llevaban su agua en calabazas cuando estaban en el campo. Pronto, se usaron las calabazas para beber pulque, y de ahí se derivó su uso para llevar también mezcal.
Al principio se bebía a ‘pico de botella’, lo cual hacía que muchas veces a la gente se ‘le pasaban las cucharadas’ y acababan Persas. Para ello empezaron a usarse calabazas más chiquitas hasta que a alguien se le ocurrió cortarlas para dejar solo el fondo, en forma de cuencos o platitos y así se tomaba cierta cantidad que con el tiempo se conoció como jicarita.
Jícaras: medida exacta para un trago
Por lo que, en tiempos de la Colonia y en el siglo XIX y XX, la gente llevaba su calabaza con mezcal y su jicarita para servirse ahí y tomar en ella. En la actualidad el mezcal se guarda en botellas de vidrio y las jicaritas siguen vigentes. Así, la historia de las jicaritas de mezcal se convirtió en un símbolo de identidad y arraigo en las comunidades indígenas y mestizas, donde se utiliza en rituales y ceremonias, como ofrendas a los dioses o en celebraciones comunitarias.
El sabor del mezcal se aprecia más en tragos no tan grandes, y la jicarita aporta el tamaño exacto para paladearlo. El material del recipiente le da un sabor más amanerado, ahumado y terroso que complementa la degustación.
El delicioso mezcal de arcilla, servido en jicaritas, r|realza mucho más los aromas y sabores debido a la frescura que mantiene su interior. Además, la textura de la jicarita, el aroma del mezcal y el ritual de servir la bebida en un recipiente artesanal es lo que contribuye a que vivas y sientas una experiencia única.
Las jícaras en la actualidad: identidad y sostenibilidad
Tomar mezcal en jícaras es tal y como lo marcan los cánones, como se debe de hacer; es una tradición que se ha transmitido de generación en generación, fortaleciendo los lazos culturales de las etnias y comunidades.
Además, las jícaras son un producto biodegradable, por ser naturales y orgánicas, lo que las convierte en una alternativa ecológica a los vasos desechables.
Video sobre como se hacen las jícaras del mezcal
Checa este otro vídeo para que veas cómo hacen las jícaras para mezcal, atole, café, en fin:
Historia de las jícaras de mezcal: arte y belleza en cada pieza
Por cierto, las jícaras son piezas artesanales únicas, y cada una tiene su propia característica y su belleza, como las que están pintadas a mano con motivos florales, de animales, geométricos, y hasta representaciones de la vida cotidiana.
Las hay con una amplia gama de colores, desde tonos naturales hasta vibrantes y llamativos. Se encuentran en todo México, pero son comunes en Oaxaca, donde los artesanos zapotecas y mixtecos crean diseños muy hermosos.
También existen las jicaritas grabadas, donde en lugar de pintura, se utilizan herramientas para grabar diseños en su superficie. Las hay también con una capa de barniz que es transparente para resaltar el color natural de la calabaza.
Existen otras a las que les incrustan conchas, semillas o piedras semipreciosas en la superficie de la jícaras. Las que tienen forma de animales, que son solo piezas decorativas.
El uso de jícaras para beber mezcal es mucho más que una simple costumbre, es la forma correcta para que puedas beber tu mezcalito. Pones la jícara en la palma de tu mano y delicadamente la levantas y la ladeas hacia tus labios…
Mira cómo es la manera correcta de tomar el mezcal: