Como todo pueblo que se respete, Tequila, Pueblo Mágico, tiene interesantes y sabrosas tradiciones, leyendas y reseñas que han ido de boca en boca a lo largo no solo de los años, sino de los siglos… ¡Y siguen vigentes hasta hoy!. En esta ocasión en Asi Sabe Tequila te contamos algunos Hechos sobrenaturales que ocurren en Tequila,Jalisco
Leyendas sobrenaturales que ocurren en Tequila, Jalisco parte 1
Veamos algo de su folclore sobrenatural que esperamos que te agrade. Son solo datos. Si te gustan háznoslo saber en tus comentarios y pondremos cada tradición y relato mucho más completos y elaborados para que los disfrutes.
La Casa del Diablo en Tequila, Jalisco
Comencemos con el diablo y nos vamos a meter hasta su casa. ¿Te animas? Cuenta la historia de una casa en el centro de Tequila, que es conocida como La Casa del Diablo.
(Por cierto existe otra en los alrededores de Tequila. De las dos hablaremos más ampliamente en otros artículos, pero por hoy solo te pasamos los datos).
Según la leyenda, en esa casa viven espíritus malignos que prácticamente corrieron a sus habitantes, y ahí ocurren muchos fenómenos paranormales: Ruidos extraños, sombras misteriosas y objetos que se mueven sin explicación.
Algunos Youtubers y exploradores urbanos quisieron quedarse una noche ahí para experimentar algo, pero salieron huyendo a más no poder. Como te dije antes, pronto te voy a narrar en un artículo qué fue lo que pasó ahí.
Solo te adelanto que en una madera se plasmaron unos dedos con una marca quemada. Era la garra del diablo…
Templo de Santiago Apóstol, Tequila
Pasando a otra aparición, en todo templo que se respete, debe de tener su fantasma, ya sea viéndose como un bulto blanco, o una sombra siniestra o tocando las campanas de la iglesia. Lo importante es que algo raro está ocurriendo ahí.
Según cuenta la gente, esto ocurre en el mismísimo Templo de Santiago Apóstol, Tequila, ya que en su interior merodea un fantasma. En 1954, una monja miró a un fraile franciscano que rondaba con una vela encendida en la mano.
Ella quiso preguntarle quien era y cuando él volteó, se dio cuenta de que su rostro era una calavera. Al ver esto, la monja perdió el conocimiento. Después narró lo que vio y le dijeron que no comentara nada de esto a la gente.
Pero fueron el sacristán y el monaguillo quienes regaron el suceso entre el pueblo y hasta la fecha muchos aseguran haber visto con el rabillo del ojo al siniestro monje mientras estaban inmersos en sus rezos.
Según los testimonios, se han avistado figuras sombrías y se han escuchado pasos, risas y susurros en la oscuridad del interior de la iglesia, especialmente durante la noche.
No son pocos los turistas que llegan a admirar la rica estructura y ornamentación de la iglesia o los devotos que van a rezar, que entre las luces de las velas y el olor a las flores, en plena luz del día, ven de reojo a un monje.
La mayoría lo ve como parte de ese ambiente y piensan que es un religioso del lugar que ha asistido para venerar al santo. Lo asombroso es que tiene la capucha puesta y no se le ve la cara, pues está agachado entre sus letanías.
Pero en un descuido este desaparece. Probablemente se levantó sigilosamente y abandonó la iglesia…
Leyenda del El Charro negro Tequila, Jalisco
Como todo pueblo con sabor de antaño, no puede faltar su versión al Charro Negro, el hombre vestido con un
soberbio traje de charro de color negro, botonaduras de plata y un sombrero de ala ancha que le tapa el rostro.
Este espíritu se dice que es un engendro del mal y en las noches más oscuras aparece en los alrededores del Pueblo Mágico de Tequila cabalgando un caballo negro. Tanto al hombre como al equino, los ojos les brillan siniestramente.
Se cuenta que a finales del siglo XIX el Charro Negro era Valentín, un hacendado que perdió la vida a balazos por una aventura amorosa. El marido engañado le vació la carga de su pistola, pero su alma no se fue al Más Allá.
En agonía hizo un pacto con el diablo y le ofreció su alma con tal de vengarse de su asesino. El ente del mal le
hizo caso y lo convirtió en el siniestro Charro Negro. Así pudo cumplir su venganza, pero siguió vagando.
Todavía hasta el día de hoy, el Charro Negro sigue en sus recorridos nocturnos alrededor del pueblo. Muchos son los que no lo han visto, pero han escuchado el galope de las herraduras y los relinchos de su caballo.
Y aparece su silueta bajo la luz de la Luna…
La llorona de Tequila, Jalisco
Pero no solo el Charro Negro se ha dejado ver en los alrededores, sino también a La Llorona, pero en una versión más que curiosa que ahora te contaremos.
En el parque y los callejones, a la hora de la puesta del Sol o cuando empieza el amanecer, hay turistas y habitantes han visto en los callejones a una mujer con el perlo blanco, ropa blanca sucia y desgarrada y que anda descalza.
Los jóvenes se burlan de ella diciendo que es ‘La Loca’, ya que mira a todos con tristeza y gime diciendo ‘¡Aayyyy!
Muy suavemente. Al dar la vuelta en la esquina desaparece. Más seguido la han visto en la zona de Los Lavaderos.
Esta versión de La Llorona no clama por sus hijos, y parece una pordiosera. Nadie ha hablado con ella pero lo
más extraño es que se desvanece sin que nadie lo advierta.
Simplemente deja de estar a la vista de un momento a otro.Todos creen que simplemente es una mujer que ha perdido la razón y que vaga por las calles, pero lo curioso es que a ella la han visto desde principios del siglo XX y ella no podría haber vivido tanto tiempo hasta hoy.
Si por 1927 cuando según comentarios orales apareció en el río y ya era una anciana de pelo blanco, no pudo seguir viviendo hasta este 2023, a menos de que se trate de un ente o espectro que anda vagando y penando en Tequila.
En las mañanas en las rocas al lado del río, se ven las huellas mojadas de unos pies descalzos y ahí no hay nadie…